la20foto-3078753Discurso de la alumna Nicanora González Pérez
en la clausura del curso 2009-2010 de la
ESCUELA MUNICIPAL DE BAILES TRADICIONALES

Buenas noches a todos. Me llamo Nicanora, y soy una alumna de Baile, bastante entrada en años, pero alumna aplicada. Aunque suene a tópico repetirlo, muchas gracias por vuestra asistencia. Su presencia aquí es lo que realmente realza nuestra actuación. La misión que me han encomendado, es la de realizar una pequeña memoria de este curso de la Escuela Municipal de Baile Tradicional del Ayuntamiento de Los Realejos.
Yo me estoy estrenando este año en este oficio, y de verdad lamento muchísimo no haberme matriculado mucho antes. Les puedo asegurar que después del ejercicio de mi labor profesional; esto, es lo mejor que me ha pasado. Digamos que en la actualidad estamos un grupo aceptable de personas en esta escuela de folclore, lo deseable sería conseguir que mucha más gente se beneficiara de tan magnifica actividad que los mismos médicos recomiendan. Sufrimos especialmente por la ausencia total de hombres, pero aquí seguimos batallando las mujeres como podemos, e invitando a todos ustedes a que se apunten. Claro que hay que entender que es muy diversa la oferta de las Escuelas Municipales, y cada persona se apunta allí donde su afición le demanda. Da mucha pena que se esté desaprovechando la enseñanza de nuestro folclore, y no haya jóvenes ni mayores que vibren con la música, y en este caso con el baile de nuestra tierra. Si no sembramos inquietudes por nuestra cultura en nuestro entorno desde los primeros tiempos de la vida, si no damos ejemplo perpetuando nuestras sanas costumbres en el acontecer diario, corremos el riesgo de que nuestros hijos vayan perdiendo su propia identidad y la razón de ser de sus raíces; pues ya mismo, para nuestros descendientes más inmediatos, unas seguidillas, una isa o una polka, les sonará de algo, pero no valorado, vivido y querido como propio y consustancial con la cultura ancestral del terruño, de la madre tierra que les vio nacer. Crecerán en la ignorancia y el desconocimiento de sus propios orígenes y perderán toda motivación porque sólo se quiere aquello que se conoce.
Ciñéndonos ya a nuestro curso escolar, el hecho de salir de casa, para cumplir con la responsabilidad del baile, muchas veces con falta de tiempo y otras muchas dificultades, no es un tiempo perdido, sino que por el contrario estimo que con el ejercicio físico y mental que conlleva el baile, has recuperado unas energías que luego te repercuten en un mejor estado de ánimo para seguir afrontando las obligaciones familiares y personales de cada uno. Yo personalmente he disfrutado muchísimo con las clases, y sé también que mis piernas lo han agradecido porque se han reforzado en soltura y agilidad. Pero valoro mucho más el aspecto psicológico y de bienestar emocional que se produce en el transcurso del aprendizaje. Son muchos los tropiezos y equivocaciones, innumerables los despistes; todo ello nos provoca la risa y te hace sentir muy a gusto en un ambiente muy alegre y distendido. También, no sé si me dejarán apuntar las compañeras que no es pequeño el regocijo, cuando traemos cualquiera de las del grupo una vianda, un agasajo en forma de rosquetes, tartas o bizcochones caseros y que al final de la clase compartimos con verdadero placer buscando cualquier excusa de cumpleaños o cualquier ocurrencia de celebración.
Lo que realmente celebramos es el buen entendimiento y una sana convivencia entre todas las alumnas y el profesor – Manuel – la persona que ha conducido el grupo de la forma más sabia y humilde que yo he conocido. Sus clases son amenas y divertidas. De sus pacientes lecciones hemos aprendido todos los días, porque además es una persona muy cercana y abierta a todo tipo de sugerencias. También tengo que hacer alusión a Bibiana que acompañando a Manuel ha dado todo lo mejor de sí misma, desviviéndose por todas y reforzando las enseñanzas del maestro. Asimismo, queridas compañeras les doy las más efusivas gracias porque en todo momento me he sentido apoyada por todas y han sido muy atentas y pacientes con mis innumerables errores de novata en estas lides, insistiendo una y otra vez hasta que cogiera el paso. De todas tengo el aliento y la amistad, cosa que en cualquier aspecto de la vida debemos tener en alto aprecio.
Por supuesto que felicito fervorosamente a los responsables del Ayuntamiento por el ánimo y el empuje que dan a este tipo de iniciativas que repercuten directamente en el enriquecimiento cultual y el bienestar de los vecinos del pueblo de Los Realejos. También me congratulo con todos aquellos que han aportado su buena voluntad para la realización de este evento, desde el técnico de sonido, tantos allegados, y aquellos otros que nos dejaron los objetos que recrean este típico ambiente.
En fin, para no prolongarme por más tiempo, les pedimos disculpas por nuestros errores de principiantes. Humildemente pienso que queda puesto esta noche nuestro granito de arena, con la intención de hacerles pasar un rato agradable, pero sobre todo con la pretensión de provocarles inquietudes de amor y disfrute por nuestro folclore. Yo creo que con actos como éste, contribuimos a difundir nuestro acervo cultural, estamos rindiendo homenaje a nuestros antepasados, estamos dando una respuesta a la sociedad y por tanto haciendo patria.

Muchísimas gracias a todos.

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